Conflictos por Electrodomésticos

MERCOSUR

PROPONEMOS ANTE EL CONFLICTO COMERCIAL RESPECTO A LOS ELECTRODOMESTICOS DE LINEA BLANCA ENTRE BRASIL Y ARGENTINA QUE AFECTARIA EL BOLSILLO DE LOS CONSUMIDORES, LA PARTICIPACION DE LAS ASOCIACIONES DE CONSUMIDORES Y NUEVO ACUERDO PARA LA DEFENSA DE LA COMPETENCIA EN EL MERCOSUR.

Los consumidores en la Argentina, respecto a los electrodomésticos importados, ya venimos sufriendo precios más altos por la protección que brinda el arancel externo común a los productos importados de extra zona, y ahora al limitarse la importación desde Brasil, como estrategia por parte del Gobierno Nacional de restringir el intercambio comercial para alentar la producción argentina, se anticipa el temor que va a provocar una suba en los precios de televisores y lavarropas, y por efecto dominó, en demás productos de la línea blanca (cocinas y heladeras).

El conflicto se originó en este año a raíz del elevado incremento en las compras de los electrodomésticos; tenemos:

1. HELADERAS: el aumento registrado en el año en curso fue del 120 % respecto del año pasado. De ese porcentaje, un 72% son heladeras importadas y dentro de éstas un 95% provienen de Brasil.

2. COCINAS: se incrementó su compra en un 121% este año con respecto al anterior, con un 30% importadas, que en su totalidad provienen de Brasil.

3. LAVARROPAS: el aumento en su compra es de un 176% en igual período; se integra con un 51% de importados, siendo el 70% de origen brasilero.

Detectamos que en la solución del primer conflicto respecto a las heladeras y cocinas, se ha favorecido a los que siempre se benefician, los oligopolios. En el caso, se reunieron con aprobación del Gobierno los productores de la Argentina y Brasil, sin la presencia de los consumidores ni de ningún organismo de la región, a efectos de transparentar los denominados «acuerdos voluntarios». En este tipo de acuerdo se intercambian figuritas rentables y los consumidores simplemente soportamos los precios por venir. De dicho entendimiento, solo tenemos la noticia que se resolvió por el momento reducir los volúmenes de heladeras y cocinas que se importan a la Argentina, cuyo mercado potencial es de 520.000 y 400.000 unidades respectivamente. Es decir, se desconocen los términos de los intercambios realizados por los productores, en cuanto a si favorecen o no a los consumidores.

Con respecto a los lavarropas, cuyo mercado potencial es de 413.000 unidades, cabe destacar que no se logró un acuerdo semejante por el ingreso de 18.000 unidades, en razón que los argentinos aceptarían 173.000 unidades y los industriales en Brasil (en especial Whirpool, que se marchó de la provincia de San Luis, Patrick, Electrolux, Zenith y Eslabón de Lujo) deseaban ingresar 191.000 unidades, argumentando las citadas empresas que, caso contrario, provocaría desempleo en las fábricas de Brasil y caerían los contratos por insumos.

Así, ante la falta de un acuerdo por los lavarropas entre los fabricantes de ambos países, la Secretaría de Industria resolvió el 22 de julio de 2004 determinar la aplicación de las licencias no automáticas para las importaciones (LNAI) de lavarropas desde Brasil. Si bien esta resolución publicada tendrá 60 días de vigencia, le permitirá supuestamente al gobierno argentino controlar la importación de lavarropas, en un país que es libre de precios. Según la Secretaría de Industria la idea de aplicar las licencias es que «se puede restringir el ingreso o liberar de acuerdo con las necesidades de la demanda y la situación industrial local». Asimismo señalaron que la medida «no cierra la puerta a un posible acuerdo entre las partes, y las negociaciones pueden continuar cuando los empresarios de ambos países lo decidan… y en el caso de que se logre un acuerdo, la Secretaría dispondría el levantamiento de la medida».

Este tipo de medidas fue motivo del primer fallo que emitió el Tribunal Arbitral del Mercosur, creado para resolver este tipo de controversias, y determinó que las LNAI solo son admisibles cuando se trate de resguardar la moralidad, la seguridad o el patrimonio artístico, o si el comercio involucra armas nucleares, donde ni los lavarropas u otros electrodomésticos se pueden incluir. Y ese pronunciamiento fue a raíz de una denuncia argentina a fines de 1997, cuando Brasil pretendió aplicar la referida licencia ante el ingreso de calzados, máquinas, frutas, ceras, jabones. Sí, en cambio, la Organización Mundial del Comercio admite las licencias automáticas de importación (LAI) como las no automáticas (LNAI).

Reiteramos que este tipo de medidas restrictivas –meramente administrativas- le permite al país que las aplica monitorear el ingreso de los productos, ya que es requisito sine qua non que las necesarias solicitudes de importación presentadas se extiendan mínimo durante diez días para ser aceptadas o no. Al ser estas licencias vedadas desde el año 1997 ante el dictado del mencionado fallo inapelable, provocará denuncias qué afectaran al gobierno y perjudicaran la integración.

Según la Resolución de la Secretaría, estas LNAI se dejarían de lado ante un acuerdo voluntario de los productores, o sea que se le daría nuevamente poder al oligopolio para resolver el ingreso de los lavarropas, sin importar el interés económico de los consumidores, y sin prever la debida participación de las asociaciones o de un organismo actuante y vigilante de la región. Súmese, por otra parte, que respecto a los televisores, el 19 de julio ppdo. también entró en vigencia un arancel del 21,5% para los aparatos que vienen de Manaos (Amazonas), la zona franca de Brasil.

De lo expresamente expuesto se prevé en nuestro mercado un aumento en los precios de lavarropas y televisores, ello en función de la creciente demanda y la posible falta de stock, y por efecto dominó o cascada, en los demás electrodomésticos, vislumbrándose, por otra parte, conflictos entre los gobiernos y entre los grupos que conforman un mismo oligopolio.

Ante ello, en primer lugar creemos que se deben evitar ciertas medidas proteccionistas que pueden afectar el bolsillo de los consumidores, en el caso de la Argentina, por la decisión de nuestro gobierno de dar una protección adicional, o sea, incrementar la ya existente en el país y de permitir acuerdos privados oligopólicos sin información o transparencia integral de sus resultados.

Proponemos y aceptamos medidas de promoción directas por ser las más transparentes, porque al dar a conocer en el presupuesto su costo, se garantizaría el derecho de información de los consumidores.

Y finalmente, proponemos no sólo que se nos dé espacio y participación a las Asociaciones de Defensa del Consumidor, sino que se prevea un nuevo instrumento tal como el Acuerdo de Cooperación para la Defensa de la Competencia al que se denominó «monopolio regional» u «oligopolio regional», que se convino en el mes de agosto de 2003 entre Argentina y Brasil pero exclusivamente a efectos de profundizar el Protocolo del Mercosur con el solo objetivo de evaluar el impacto de operaciones de fusiones y adquisiciones de empresas que aspiran a incrementar sus negocios en el bloque regional.

En ese sentido, solicitamos que se amplíe ese objetivo y que se cree un nuevo acuerdo de cooperación basado en el intercambio de información en este tipo de acuerdos comerciales tal lo previsto en el art. 4° in fine del Tratado de Asunción «los Estados Partes coordinarán sus respectivas políticas nacionales, con el objeto de elaborar normas comunes sobre competencia comercia.» Creemos que su importancia tiene que residir en darle forma como un programa real y pragmático para fortalecer el proceso de integración comercial, a efectos de detectar como se celebran este tipo de acuerdos voluntarios y las decisiones unilaterales de los países miembros del Mercosur. De allí que estimamos que al coordinarse los acuerdos con criterios similares en ambos países, las empresas por fin comenzarán a preocuparse por aportar ética y fluidez comercial en la región.

24 de julio de 2004.

Dr. Ricardo Nasio

Presidente de Proconsumer.-

 

Volver a Retrospectiva