ALIMENTACIÓN
COMO PROTEGER LA VIDA UTIL DE SU HORNO DE MICROONDAS
LIMPIEZA:
- La superficie y las paredes interiores del horno se deben limpiar después de cada uso con un paño suave y húmedo, para eliminar salpicaduras y residuos.
- Al limpiar la pantalla de controles mantenga la puerta abierta para evitar que el aparato se active accidentalmente.
- Para eliminar los olores desagradables le recomendamos que con cierta periodicidad, haga lo siguiente:
- Vaciar dos tazas de agua y el jugo de un limón en un recipiente con capacidad de un litro, introducirlo al horno y calentarlo a la máxima potencia durante cinco minutos o hasta que hierva.
- Desconectar el aparato y dejar ahí el recipiente durante dos minutos. A continuación, limpiar el vapor de las paredes con un trapo limpio, seco y suave.
- Si el horno está muy sucio se puede utilizar un limpiador no abrasivo; el uso de detergentes en polvo no es conveniente.
RECOMENDACIONES GENERALES:
- Por ningún motivo introducir sustancias inflamables, tales como papel, tela, recipientes metálicos o con adornos de metal; asimismo, evitar almacenar en su interior utensilios de cocina y alimentos.
- Si el aparato no cuenta con bloqueo de seguridad, mientras permanece apagado colocar en el interior una taza con agua, así no se dañará si se enciende accidentalmente.
- Seguir las instrucciones de instalación y operación que indica el manual. No instalarlo cerca de fuentes de calor o en sitios húmedos (fregaderos, estufas, sótanos, pisos mojados, etc.).
- En caso de que el horno no funcione correctamente o sufra algún golpe, lo mejor es llamar al técnico o llevarlo al centro de servicio autorizado por el fabricante para que lo revise personal calificado.
- No descongelar alimentos a la potencia máxima.
- Evitar cerrar herméticamente los recipientes, ya que pueden estallar. Las verduras o frutas enteras deben perforarse para permitir la salida de vapor. En el caso de los huevos es necesario perforar el cascarón y la membrana interior, y colocarlos en una base o recipiente para que no revientes y salpiquen dentro del horno.
FUENTE: Revista del Consumidor PROFECO, México, N° 283, Setiembre 2000.-